Los frenos modernos se inventaron a fines del siglo XIX, casi al mismo tiempo que el neumático. Hasta ese momento, los vehículos tenían ruedas de madera que se detenían con grandes bloques de madera, que el conductor bajaba para colocarlos en posición con un sistema de palanca simple. Cuando se inventaron las llantas, el sistema de bloque de madera no era lo suficientemente bueno para detenerlas a las velocidades más altas que podían alcanzar, lo que significaba que tenía que inventarse un nuevo sistema de frenado.
Para ver los principios básicos del frenado moderno, es más fácil mirar una bicicleta. Básicamente, cuando pones presión sobre los frenos, la presión se transfiere a través de cables para tirar de las pequeñas almohadillas al costado de las llantas, y la fuerza de la fricción contra las llantas hace que se detengan.
De hecho, los automóviles originalmente usaban este mismo sistema de cable, pero se descubrió que no funcionaba tan bien a altas velocidades. En cambio, los cables fueron reemplazados por fluido hidráulico, que funciona para transferir la presión que el conductor pone en el pedal a los frenos. Esto funciona porque el fluido no puede hacerse mucho más pequeño cuando se le aplica presión, lo que significa que la presión en un extremo se transfiere a la otra, al igual que el agua que fluye a través de una tubería. Sin embargo, si este líquido de frenos se escapa aunque sea un poco, es posible que los frenos ya no funcionen correctamente, por lo que es muy importante controlar el líquido de frenos regularmente.
Por supuesto, en los autos modernos, existen otros mecanismos aparte de la presión pura para ayudarlo a frenar. La mayoría de los automóviles ahora tienen un sistema de vacío para crear más fricción en los frenos, y un sistema de servo que usa la velocidad del auto para ayudar a que su presión tenga un mayor impacto.
Sin embargo, una palabra de advertencia: algunos autos ahora tienen frenos completamente computarizados, donde presionar el pedal envía una señal eléctrica para encender los frenos accionados eléctricamente. Si bien esto hace que sea mucho más fácil de frenar, también es más propenso a fallar, lo que significa que si la computadora de su auto se rompe, es posible que no pueda detenerla. Hasta que esta tecnología haya durado un poco más, probablemente sea mejor seguir los métodos tradicionales de frenado mecánico.