En invierno, cuando bajan las temperaturas y los días son más cortos, sin olvidar los días de lluvia incesante, esto no significa que no podamos practicar ciclismo. Así que, ¿qué podemos hacer cuando queremos andar en bicicleta? Pues nada mejor que la práctica indoor, ya que todo son ventajas.
Las condiciones siempre son óptimas, no hay tráfico, no hay viento (a excepción de si ponemos un ventilador) y como el clima está controlado.
El ritmos es más fácil de controlar y el pedaleo es constante (Sin parar en las intersecciones) realizara un entrenamiento más corto, pero con los mismos beneficios de fitness.
Es más seguro al no haber coches o camiones grandes, peatones o animales silvestres (bueno, tal vez algunos amigos peludos) para cruzar el camino y es un entorno mucho más seguro para poner música.
Es importante marcarse una meta en el entrenamiento bajo techo. ¿Si quieres mejorar la eficacia del pedaleo, resistencia, o simplemente mantener el nivel de condición física que tiene? Debes ser constante.
Asegúrese de empezar progresivamente el entrenamiento. Asimilar las adaptaciones significativas y coger un ritmo constante lleva su tiempo, asegúrese de repetir con ejercicios similares, que se van haciendo progresivamente más difíciles para aumentar nuestra resistencia.
No nos podemos olvidar de la importancia de llevar una buena nutrición, la hidratación y la recuperación entre sesiones. Tener un ventilador, abra una ventana si es posible, tener una toalla, No obstante, deberá consumir líquidos, tomar calorías si se trata de una sesión larga o intensa de ejercicios.