Existen personas que tienen dinero, realmente mucho dinero. Algunos de ellos se han ganado cada céntimo con su duro trabajo, y otros han tenido la fortuna de nacer en una familia con bienes e ingresos que les garantizan en condiciones normales que siempre tendrán lo suficiente para conseguir lo que quieran, razón por la cual normalmente se esmeran en buscar detalles que los hagan diferentes al resto de los mortales porque se lo pueden permitir.
Y no estamos hablando de comprar tapetes personalizados con su nombre para decorar sus mesas, no. Estamos hablando de la verdadera exclusividad, la que permite contratar los servicios de un fabricante de automóviles, por ejemplo, y encargarle un coche de lujo con detalles personales, como las iniciales de su nombre, o los puños de las camisas fabricados por un sastre que les viste a la medida y que hace que toda la ropa les siente como un guante.
La búsqueda de lo exclusivo suele ser un signo de que quien dispone del dinero no lo ha ganado, porque quien realmente ha tenido que trabajar duro para lograrlo procura por todos los medios mantener su dinero a buen recaudo, sin saber que muchas veces sus herederos acabarán enseguida con sus ahorros…