La instalación de bolardos metálicos en una plaza o parque público genera un ambiente de época antigua y colonial, son diseñados específicamente bajo estos conceptos y abandonan la idea de servir solamente como una barrera de protección para servir como un accesorio de belleza y elegancia a la plaza.
El metal como bien sabemos es un elemento químico de alta densidad y muy sólido en temperaturas normales, su fundición lo hace ser un material maleable lo que permite crear diseños exclusivos para cada necesidad, pero no todos los metales son amigables con el medio ambiente por lo que se hace necesario trabajar mucho en sistemas de fabricación que no dañen la salud de las personas.
Los bolardos a pesar de ser fabricados con material reciclado y que desde ese momento su producción deja de ser dañina para el medio ambiente, no significa que del todo sea así, por lo tanto los fabricantes deben tener mucho cuidado en el manejo de los desechos, ya que si no toman las medidas apropiadas en lugar de proteger la salud estarán causando graves daños a nuestro medio ambiente.
Ahora bien dejando un poco de lado el impacto a nuestro medio ambiente la seguridad que estas barreras de protección brindan a las personas es indiscutible, su resistencia a los golpes hace que este producto sea muy utilizado en las carreteras de todos los países del mundo, es bien sabido que la instalación de los bolardos previene en un 95% los accidentes de tránsito.