El mundo de la repostería ha sido siempre uno de los que más innovaciones se han realizado dentro de las recetas de cocina. Moldes con formas sorprendentes y boquillas de mangas pasteleras con las que conseguir efectos asombrosos son solo alguno de los ejemplos que podemos enumerar. Pero parte de los trabajos han ido orientados a evitar que los bizcochos se peguen el los moldes. Eso se consiguió gracias a los moldes de silicona.
Los moldes de silicona nos permiten hacer bizcochos y magdalenas sin necesidad de untarlos de aceite o mantequilla para evitar que se peguen, ya que además de soportar el calor mejor que los moldes metálicos su superficie antiadherente nos permite desmoldar nuestras creaciones con facilidad. Además, resultan muy cómodos y fáciles de limpiar y no se arañan, por lo que la superficie antiadherente nunca se verá afectada por el desgaste que otros moldes sufren por la temperatura del horno o los fregados.
