La imagen corporativa representa el espíritu de una empresa cualquiera. Sin embargo, se espera que sea ajustada al ambiente de trabajo existente y a la propia empresa o producto que representa. Pongamos un par de ejemplos para entender esto correctamente.
El diseño de logotipos, por poner un sencillo ejemplo, es uno de los factores más importantes para la conformación de la imagen corporativa y la imagen de marca de una organización. La línea diseño gráfico marca fuertemente el establecimiento de una imagen corporativa clara y delimitada. Por eso, los diseñadores suelen tener un presupuesto separado sólo para este propósito. La identidad corporativa se compone de tres partes: diseños corporativos (logos, volantes, folletos, tarjetas de visita y demás papelería), medios de comunicación corporativos (publicidad, relaciones públicas e información) y comportamiento corporativo (valores internos, ética y normas).
Cada organización tiene una imagen corporativa propia y específica, lo quiera o no, tal y como se insiste una y otra vez en esta estupenda web. Pues bien, de lo que se trata es de emplear los métodos a nuestro alcance para moldear esa imagen corporativa a nuestro interés. Y para eso nada mejor que utilizar campañas de marketing. Uno de los posibles impactos positivos de un cambio en el logotipo de la empresa puede ser que se revitalicen las relaciones comerciales a partir de una mirada nueva y una presentación renovada cara el exterior. Esto hará que sea mucho más fácil para sus clientes y sus consumidores potenciales tener una idea de su identidad o imagen corporativa. Si no, usted está dejando su organización abierta a una amenaza que, literalmente, puede arruinar su empresa.
Si una empresa nueva tiene estos cuatro servicios en el lugar que se ofrece a los clientes y los clientes lo que esperan de una compañía profesional. Estos elementos son importantes en la conformación de la identidad corporativa. Por lo tanto, es mejor para obtener una plataforma de lanzamiento que asegura que se van a obtener excelentes resultados gracias a la experiencia acumulada. Dicho clara y sucintamente: estamos completamente convencidos de que la inversión en la consolidación de una imagen corporativa clara, fuerte y diferenciada ha de ser una preocupación estratégica de primer orden en el siglo XXI, ya que esto tendrá un impacto directo y decisivo en el éxito de la organización o empresa a todos los niveles, y no solamente en el terreno de la promoción directa, por lo que las empresas han de velar por que se integre una imagen corporativa coherente a todos los niveles.
