¿Qué es el mindfulness?
El mindfulness o Atención plena es una forma de meditar milenaria de origen budista que cada vez está siendo más usada en psicología es para aliviar problemas mentales y aliviar ciertos aspectos físicos.
La práctica del mindfulness ha sido seguida muy de cerca por la comunidad científica desde hace varias décadas siendo en esta última cuando más atención ha recibido, llegando a realizarse estudios que demuestran que la atención plena es beneficiosa para tratar el dolor, ayudar a dormir, mejorar la salud mental y el autocontrol de las emociones.
¿En qué consiste el mindfulness?
Al practicar mildfulness, realizamos un entrenamiento orientado a vivir el presente de forma plena, para que podamos ser conscientes de nuestras experiencias y percepciones sin juzgarlas ni obviarlas. De esta forma aprendemos a procesar mejor nuestras emociones, asimilar mejor el dolor, aumentar la autoestima, la felicidad, mejorar en nuestras relaciones de pareja y nuestra fuerza de voluntad mediante el autocontrol, además de nuestras facultades mentales como la agilidad mental, la memoria y la concentración.
Ahora que ya hemos entendido que es y en que consiste esta práctica os dejamos diez beneficios que puede tener el mindfulness en nuestra vida diaria.
Beneficios del Mindfulness.
Reduce nuestro nivel de estrés. Este hecho se ha comprobado científicamente. No se trata de que nos sintamos menos estresados si no que, con el tiempo, disminuyen los niveles de cortisol, la hormona que produce el estrés.
Aumenta nuestra perspectiva. El mindfulness nos permite analizar nuestros problemas de una forma más objetiva, para que así podamos encontrar una solución más fácilmente.
Mejora el razonamiento verbal, así como la memoria. Las investigaciones realizadas a alumnos de universidad demuestran que los alumnos que practican mindfulness presentan una mejora en sus funciones cognitivas.
Nos protege de las enfermedades mentales: Al meditar aumentamos las conexiones intercelulares (densidad axonal) así como el crecimiento de una capa de tejido protectora denominada mielina.
Nos permite controlar mejor lo que sentimos. Meditando conseguimos procesar mejor el dolor y las emociones mediante el control de nuestros ritmos alfa corticales.
Mejora nuestra atención, con lo que podemos apreciar detalles que antes pasaban desapercibidos a nuestros sentidos. Un ejemplo de ello es que las personas que practican mindfulness disfrutan más de la música, ya que pueden apreciarla de una forma distinta.
Funciona incluso cuando no meditamos. Al practicar la atención plena modificamos la respuesta de la región cerebral relacionada con la amígdala que recibe los estímulos emocionales. De esta forma, aunque no estemos meditando seguimos produciendo beneficios para nuestra salud mental y continuamos procesando mejor las emociones.
Evita que las personas que han sido adictas recaigan. De hecho, practicar mindfulness a largo plazo da mejores resultados que otros tratamientos utilizados para evitar recaídas.
Es una gran ayuda a la hora de perder peso. La atención plena, el control de las emociones y de la voluntad, así como la disminución del estrés nos ayuda a llevar una dieta sana si nos lo proponemos.
Disminuye la sensación de soledad. La soledad, en especial en ciertos sectores de la población como por ejemplo las personas mayores, puede convertirse en un sentimiento autodestructivo que mina nuestra salud. Recientes estudios demuestran que, al mejorar nuestra salud mental, así como nuestra autoestima, la sensación de soledad disminuye y tiene menos impactos.
¿Dónde aprender y practicar el mindfulness?
En Madrid, el instituto psicoeducativo Elea se especializa en mejorar el bienestar de personas con problemas psicoeducativos, pedagógicos, educativos y psicológicos e incluye sesiones de mindfulness entre sus servicios, a los que podemos asistir a sesiones en grupo, además de cursos especializados para embarazadas o personas que quieran eliminar el estrés entre otros.
