Siempre cuando tomamos la decisión de comenzar a realizar cualquier tipo de rutina diaria de ejercicios o a entrenar, (ya sea porque queremos estar un poco más saludables o porque practicamos algún tipo de disciplina o deporte) cometemos el error de creer que lo más importante es el modo en como realizaremos dicha rutina, cuál será la serie que necesito o de cuáles serán los aparatos adecuados que me ayudaran en lo que deseo alcanzar. Pero siempre dejamos atrás los aspectos más importantes como lo son: que alimentación es la adecuada para compensar todo el desgaste que mi cuerpo tendrá tanto a la hora del entrenamiento, como el momento donde deba poner en práctica todo lo que hasta ahora haya aprendido, así como olvidamos lo más importante todo cuerpo que esté realizando ejercicio para quemar calorías necesita consumir varios tipos de vitaminas para que así el cuerpo logre reponerse del ejercicio diario y pueda estar al ritmo que nosotros queremos, ya que si no sufrirá una descompensación y a la hora de entrenar eso es lo último que queremos que pase.
Es por eso que aquí te contaremos un poco primero sobre las vitaminas y sus beneficios, y luego cuales son las más adecuadas para esas personas que les encanta tener su cuerpo en movimiento.
Las Vitaminas sirven de ayuda para que el cuerpo se acople a lo que le exiges durante cada sesión de ejercicio. Si tu cuerpo tiene déficit de vitaminas puede causar malos resultados en la rutina.
Hay gran variedad de vitaminas, pero cada una tiene una función diferente, por eso aquí te las vamos a presentar una a una:
La Vitamina A
La vitamina A es la que nos ayuda primeramente a formar y desarrollar, y por ultimo mantener los tejidos blandos, las mucosas, las membranas, la piel y el esqueleto. Y así logra estimular al sistema cardiovascular a liberar oxigeno y nutrientes que son traspasados a los músculos que tienes trabajando durante el ejercicio ya que mientras te ejercitas aumentan las demandas de nutrientes y oxigeno. Si tu dieta no posee frutas de colores, todos los productos derivados de la leche y verduras de hojas verdes, entonces deberás incluir con más énfasis la vitamina A ya que ella ayuda a mantener los huesos en excelente estado mientras que ayuda a tu organismo a recuperarse de los efectos del entrenamiento a largo plazo, ya que si no se produce daño en los huesos y las articulaciones.
Vitamina B
Tu cuerpo absorbe la cantidad de energía que quemas en tu entrenamiento y luego para recuperarse usa la vitamina B que son co-enzimas. La vitamina B produce energía de todos los nutrientes que recibes de tu dieta diaria. También es la encargada de producir y formar glóbulos rojos. Hay una gran variedad de vitaminas del complejo B que el cuerpo pierde a causa del entrenamiento entre ellas están: la tianina, riboflavina, niacina y el ácido pantotenico. Por lo tanto si tienes un fuerte entrenamiento deberás tomar un complejo de vitamina B para que tu cuerpo logre soportar el ejercicio y al mismo tiempo incluir en tu dieta fuentes naturales de esa vitamina, entre las cuales están: la proteína animal, guisantes, frijoles y verduras verdes.
Vitamina C
La vitamina c es la que aporta a nuestro organismo todo lo que contienen las frutas cítricas, así que si no acostumbras a comerlas pues entonces deberás tomar un suplemento de vitamina c porque es la encargada de mantener saludables los huesos, tejidos, la piel y además ayuda a que tu cuerpo absorba el hierro. El hierro es el que transporta el oxigeno desde tus pulmones a tus músculos mientras realizas tu entrenamiento. La vitamina C también se encarga de fortalecer los vasos sanguíneos que son los que transportan los nutrientes mientras entrenas así no te sientas débil.
Vitamina D
La vitamina D es la encargada de mantener tus huesos saludables y a su vez regula como tu organismo utiliza los nutrientes. Si entrenas deberás tomar vitamina D porque ella te ayuda a completar los efectos de la vitamina A y absorber el calcio. Si no la consumes puedes debilitar el nervio muscular y también aumenta el riesgo de calambre durante tu rutina de ejercicios. Tu cuerpo produce vitamina D cuando se encuentra expuesto al sol. También debes consumir las fuentes naturales de vitamina D entre las cuales están: yema de huevo, margarina y los aceites de hígado de pescado.