Viajar al Libano

El Líbano es un país de Asia que, aunque llegó a ser conocido como la Suiza de Oriente Próximo. Ha sufrido muchos altibajos por las guerras en las que se ha visto sumergido. Beirut, su capital, es una ciudad muy común, con una gran cantidad de religiones y culturas que se pueden apreciar en sus edificios y monumentos.

La Mezquita Al-Umari, la Mezquita del Emir Assef y la Mezquita de Munzer At-Tanuyi son ejemplos de la influencia musulmán. La Iglesia greco-romana de San Jorge del cristianismo es un buen lugar a visitar para los que se quieran identificar con la religión. Goza de mucha fama como atracción natural la Gruta de las Palomas, que es una especie de arco formado en la roca y que nace del mar. Cuenta con vistas de una inmensa belleza, sobre todo la del atardecer.

Saliendo de la ciudad, se pueden visitar varios lugares declarados Patrimonio de la Humanidad, todos de tipo arqueológico e histórico. Tiro el sur del país y muy cerca de Israel, fue la ciudad más importante de la época fenicia. Este fue uno de los puertos más importante del lugar. De la misma época que Tiro es Sidón, a una poca distancia, aunque no está declarada Patrimonio, no debes irte sin visitarlos, principalmente por su Castillo del Mar.

También son de la época fenicia, habitada desde el Neolítico y con un castillo construido por los Cruzados y Baalbek, conocida en el pasado como Heliópolis, que fue primero santuario fenicio y después colonia romana. Por otra parte, la segunda ciudad del país, Trípoli (no hay que confundirla con la capital de Libia), destaca por su arquitectura de tiempos de los mamelucos y su casco antiguo.

Algunos ejemplos de los monumentos que se pueden ver son la Gran Mezquita y la Ciudadela de Raimundo de Tolosa, conocido como Raimundo de Saint-Gilles.

Lámina de las ruinas de Baalbek (Líbano)