Tomates confitados

Los tomates confitados son un excelente acompañamiento para las comidas, aunque también se pueden comer como entradas sobre rodajas de pan. Hoy aprenderemos como hacer tomates confitados.

Para aquellos que no lo sepan y tengan curiosidad, confitar tiene un uso diferente al habitual, de repostería. Confitar implica cocer un alimento completamente cubierto en grasa o aceite pero a una temperatura muy baja. De esta forma el aceite nunca llega a hervir. En el caso del tomate, queda tierno y totalmente deshidratado.

Este tipo de tomates se utiliza en ensaladas, pastas y también para agregar a arroces, carnes y pescados. La única desventaja es que no es una receta rápida, pero una vez logrados, los tomatos confitados se pueden utilizar para todo tipo de recetas.

Necesitaremos 1 kilo de tomates perita, orégano, romero y tomillo a gusto, 10 dientes de ajo, aceite de oliva extra virgen, sal y pimienta molida.

Primero lavamos y secamos bien los tomates, los cortamos a la mitad y los ponemos en una fuente que irá al horno. Antes les ponemos sal, pimienta y las hierbas. Bañamos todo en aceite de oliva y va al horno a temperatura baja durante dos horas.

El punto de cocción es cuando están tiernos, pero no deben quemarse. Cuando estén listos los pasamos a un recipiente de vidrio lleno de aceite de oliva extra virgen y ponemos el ajo, también se puede agregar tomillo, o la cáscara de medio limón.

Los tomates se pueden usar en diferentes platos como decíamos más arriba, pero también podemos aprovechar el aceite de la maceración para lograr recetas con más aroma y sabor.