Salir de cañas y tapas es sin duda una gran tradición española. Nadie de dentro ni de fuera de nuestras fronteras queda indiferente ante esta maravillosa costumbre.
Pedirle una caña y una tapita al camarero para que la repita a grito pelao, generalmente es algo que solo se vive en España. Y es que, esto que comento, el vocerío, el ambiente, el ruido de los bares… es algo que llama la atención y sorprende mucho al extranjero incluso a los turistas cuando llegan de viaje.
Salir de cañas es un acto social en el que nos reunimos con nuestros amigos, conocidos, familiares, compañeros de trabajo… En los bares tenemos una relación más natural y mayormente despreocupada, lo que nos hace abrirnos más a las personas. Esta característica del salir de cañas hace que en los bares hagamos amigos, encontremos el amor e incluso hagamos reuniones de trabajo y cerremos tratos.
Irse de cañas además de un acto social es un acto culinario. Podemos saborear todo tipo de tapas desde un platito de paella, un jamón pata negra, unas gambitas, un delicioso pincho de tortilla de patata… la oferta y originalidad de las tapas es increíble. Siempre acompañadas de una cervecita, un buen vino y sobre todo de la mejor compañía.
Siempre hay que recordar que debemos beber con moderación y sino comprar alcoholimetro para saber si estamos bien y no ser multados.