PRÁCTICAS Y ÚTILES

 Algunos artículos pasan de ser una novedad a algo necesario en muy poco tiempo, y eso es lo que les pasó a las bolsas de plástico desde el mismo momento en el que se comenzaron a fabricar. Su uso es casi tan antiguo como el de la invención del material del que están fabricadas, si bien las denominadas bolsas desechables tienen una invención posterior.

Las bolsas desechables de plástico han llegado a convertirse en un objeto tan cotidiano en los hogares que incluso se han inventado modelos de almacenamiento para poder tenerlas a mano en todo momento, ya que aunque se llamen desechables la realidad es que se pueden volver a reutilizar durante bastante tiempo, una de las ventajas que le podemos encontrar a este útil producto. Además, una vez llegado el fin de su vida útil, normalmente cuando las bolsas se rompen, se puede volver a recuperar para fundirlo y usar el material resultante en la fabricación de nuevas bolsas o de otros elementos que estén fabricados con materiales plásticos.

Lo que no debemos hacer nunca con una bolsa de plástico es dejarla abandonada en la calle para que se degrade sola, ya que sus componentes la hacen muy resistente a los elementos y tarda muchos años en degradarse, algo que se ha convertido en una preocupación para los defensores de la naturaleza y el medio ambiente.

Si se usan convenientemente, las bolsas de plástico son una herramienta muy útil y de bajo coste para contener todos los artículos que queramos guardar o transportar.

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