¿Qué tiene en común la gente que monta su propio negocio? Os damos el perfil real de una persona emprendedora para que comprobéis si tenéis las cualidades que “hacen” a los empresarios.
Seguramente, todos tenemos una idea preconcebida de cómo es el emprendedor medio pero, ¿cuál es la realidad?
Este artículo se basa en un estudio basado en encuestas a personas que se decidieron y acabaron montando su propio negocio. Arroja datos muy interesantes.
Puede que algunos te resulten sorprendentes:
1. No se lanzan hasta que no tienen 40 años
La edad media de las personas que fundaron una empresa se sitúa en torno a los 40 años. Parece, por tanto, que la carrera fulgurante de los creadores de Facebook, Twitter o Google es la excepción, y no la regla.
Visto desde otro punto de vista, parece que en los negocio puros de Internet la edad media es bastante más baja que en el resto de actividades.
2. Experiencia acumulada
Como es lógico, esos emprendedores no han estado “rascándose la barriga” hasta los 40… El 75% había trabajado como empleado en otras compañías al menos durante 6 años antes de lanzar su propio negocio. Es decir, que la acumulación de experiencia, el establecimiento de contactos y el conocimiento del mercado todavía resultan aspectos fundamentales.
Según estos datos, no resulta tan común dar el salto directamente desde la universidad o el instituto.
3. Un buen nivel educativo
La formación es importante. La mayor parte de los emprendedores son, como mínimo, licenciados, y tienen un nivel educativo superior al de sus padres. Curiosamente -o no tanto- obtenían mejores resultados en el instituto que en la universidad.
4. Motivaciones: dinero, autonomía y una buena idea de negocio
Respecto a las motivaciones para emprender, no hay demasiadas sorpresas: la más importante es la de ganar dinero, seguida del deseo de trabajar en una empresa propia, el atractivo que tiene la cultura de las startup -empresas puras de Internet- y la posibilidad de sacarle rendimiento a una idea de negocio.
Lo más destacado de este capítulo, quizá, es el tirón que tiene la cultura Internet entre los futuros emprendedores.
Dentro de esta escala de motivaciones, la imposibilidad de encontrar trabajo por otros medios se sitúa en una posición bastante más alejada.
5. Varios intentos
Casi todos los emprendedores lo han intentado más de una vez. Este dato puede tener, al menos, dos lecturas. Una: que a la primera no siempre sale bien. Dos: que no hay que rendirse enseguida y que, de hecho, los emprendedores no lo hacen. La media de negocios lanzados se sitúa en 2,3 por persona.
6. La importancia del punto de partida: si eres pobre, es prácticamente imposible.
Nada de sueño americano: menos de un 1% de los emprendedores procede de un entorno de pobreza (o de extrema riqueza). De hecho, el 70% procede de la clase media.
Quizá resulta más sorprendente saber que, en un país con una fuerte cultura emprendedora, más del 50% de las personas que lo intentan NO tienen antecedentes familiares (padres, madres o hermanos que hayan montado un negocio).