Desde hace muchas décadas los juegos de mesa han sido una excelente actividad para reunirse en familia, pero han sido testigos de un par de cambios para ciertas situaciones. Los jóvenes han tergiversado sus reglas para hacer del Parchís, conocido en ciertas partes como Ludo, les parezca más atractivo.
La mayoría de las personas saben jugar Parchís, por lo que explicar sus reglas estaría demás. El parchís para beber es ideal para grupos pequeños, ya que solo pueden participar cuatro personas o menos. ¿Y el alcohol? Esa es la parte interesante. Todo comienza cuando algún jugador logra sacar una ficha de casa, ese es motivo para tomar un trago. Por cada ficha que se saca, se debe tomar un trago.
A medida que el juego avanza se deben considerar otras reglas importantes. Por cada vez que los dados indiquen “6” se debe beber un trago. En caso de que salgan “6” tres veces seguidas, se deben tomar los tres tragos más un cuarto extra. Si se decide pasar un turno o por estar bloqueado se pierde, se bebe un trago. Igualmente por cada movimiento que se realice en el pasillo final. Si alguna ficha es comida por un oponente, el jugador que la haya perdido debe beber cuatro tragos.
El juego lo gana quien lleva todas sus fichas a la meta, pero si una ficha llega y antes del movimiento el jugador no toma dos tragos, deberá beber cuatro tragos y devolver la ficha a su posición inicial. Una vez existe un ganador, el resto de los jugadores debe beber cuatro tragos más, así sucesivamente hasta que queda un solo jugador en juego, que es quien lleva la peor (o quizá la mejor) parte de la experiencia.
Ármate con un tablero de Parchís, un par de amigos y unos tragos, que los dados se encargan del resto.
