Las personas excitables pasan por un calvario cuando resuelven comenzar con una dieta de adelgazamiento. La dieta anti-ansiedad disminuye la tensión nerviosa, favorece un sueño restaurador y estimula el descanso.
Si te das cuentas, tus estados de ánimo pueden cambiar cuando almuerzas lo que afecta la manera como asimilas la comida y otros factores que pueden ser sorprendentes. Muchas personas que han tomado la decisión de iniciar una dieta pudieron darse cuenta que comían por angustia, una circunstancia que ni siquiera sospechaban.
Al revisar las causas que provocaban estos comportamientos fue fácil establecer que hábitos incorrectos como almorzar con un bol de palomitas o con un poquito de chocolate para calmar el hambre, en lugar de comer algo que verdaderamente alimentara, estaba estimulando la ansiedad. Evita la tentación de comer alimentos procesados, con sabores artificiales y con poco contenido nutricional.
La principal base de una dieta saludable consiste en darnos una alimentación balanceada, que incluya verduras, frutas y proteínas; también se debe tener en cuenta la eliminación de proteínas de absorción rápida que se encuentra en la azúcar refinada y los cereales.
Si comes por motivos diferentes a las de recuperar energía, necesitas saber que el alimento es el combustible y que no se debe exceder de su consumo como si se fuera una droga. El comer sin medida y sin una clara intensión nutricional es una peligrosa manera de distraer y someter nuestros niveles de estrés.
Aunque no tengas apetito, debes desayunar hasta estar satisfecho. Si sientes hambreen en la tarde es porque desayunaste pocas proteínas. Las comidas con azúcar y con grasa no reducen la ansiedad. Y recuerda que en el desayuno como en cualquier comida, es fundamental hacerlo sentado y sin afanes, así acostumbraras a tu organismo a cumplir tiempo y lugares para comer.