Muchas personas se encuentran en situaciones de hipoteca, lo que suele representar ciertas dificultades, pero son superables. Existen numerosas recomendaciones y puntos para tomar en cuenta para enfrentar éste tipo de situaciones, como escoger las cuotas y plazos adecuados, que varían según las oportunidades o necesidades de cada quien.
Cuando se aprecian ingresos extras, la mejor idea es aliviar la carga hipotecaria, a esto se le conoce como “amortizar hipoteca”, donde se busca reintegrar cierto capital. Para que se realice de manera correcta es necesario conocer los tipos de amortización de hipotecas, pues no a todas las personas les resulta el mismo método.
Dentro de los Tipos de amortización hipotecas, el más común, y el más utilizado en España, es el de “Cuota Constante”, conocido como método francés. Éste método indica que la cuota de la hipoteca será la misma durante toda su existencia, mientras que la proporción del interés se reduce gradualmente, pues el capital que se busca amortizar se reduce en cada cuota.
Otro método utilizado constantemente es el de cuotas decrecientes, donde se mantiene el periodo del capital amortizado, pero los intereses de las cuotas descienden sucesivamente. De esa manera, aunque al principio se paga más, la carga se va aliviando gradualmente. Mientras que por el contrario, el método de cuotas crecientes, donde la carga aumenta de forma aritmética en cada cuota, cada vez se torna más complicada.
Otro de los tipos de amortización hipotecas es el de cuotas fijas, donde el plazo entre una y otra cuota no varía. Éste método puede utilizarse como base de todos los anteriores, donde se pueden considerar variaciones del interés o del capital.
Existen otros tipos de amortización menos frecuentados. A la hora de intentar aliviar una carga hipotecaria es necesario establecer un plan único y seguirlo, pues cambiar constantemente de métodos puede ser perjudicial a largo plazo.