Cada cultura donde el abanico hizo su aparición y fue popularmente acogido, ha aportado algún en particular dependiendo de la o las áreas donde lo haya integrado con mayor énfasis. En la India es una pieza de arte para adquirir como recuerdo en un viaje. En China se produce masivamente, y también será el lugar indicado para conseguir los tan valorados abanicos de seda, ya que ahí se especializan en trabajar con ese material. En Japón lo podemos apreciar siendo usado desde las ceremonias más elegantes hasta eventos tradicionales como la lucha de sumos. En los países europeos se integró a la moda y a la danza, convirtiéndose en el accesorio por excelencia para la mujer, transmitía elegancia, sensualidad si ese era el propósito, o mucho misterio si la dama lo usaba para cubrir sutilmente su rostro.
Aunque en los últimos años el uso del abanico se ha reducido, diferentes diseñadores y casas de moda han visto el gran potencial que éste posee. Y está regresando con mucha fuerza para imponerse como una tendencia de moda que es muy versátil para acoplarse tanto a mañanas calurosas como noches de gala. Se ha convertido en parte de colecciones y pasarelas de moda, ya que tiene ese toque atemporal y fácil de acoplar a diferentes tipos de estilos de cada mujer. Ya sea con tendencias clásicas o modernas, o con colores vivos u oscuros.
Al momento de escoger el abanico que acompañará un look, es importante considerar texturas, colores y características más particulares como diseños y materiales, Ya que cada una de las partes del abanico lo convertirá en una pieza importante que complementará tu estilo. Añadiendo elegancia y sensualidad con cada movimiento que realices, recuerda que deberán ser sutiles acompañados de delicados movimientos, esto aumentará exponencialmente la cantidad de miradas que atraerás.