La ciudad estudiantil Salamanca

Salamanca es el arte y la cultura materializados. Esta ciudad universitaria por excelencia, cuenta con ambiente único, acompañado de una selección de edificios considerados Patrimonio de la Humanidad que hacen que visitarla sea un placer único, tanto que no querrás irte nunca sea de vacaciones o de turismo rural.

Esta localidad del interior de España, situada a poco más de dos horas en auto desde Madrid, cuenta con la Universidad más antigua y prestigiosa de toda Europa. En esta ciudad encontrarás un legado artístico y literario impresionante, lo que hace imprescindible caminar por sus calles y conocer la cultura de la mano de su agradable gente.

Recorrido por Salamanca

El punto de partida más común de quien visita la ciudad de Salamanca es la Plaza Mayor, una de las más hermosas de España. Fue construida en estilo barroco siguiendo el proyecto de Alberto Churriguera. En su decoración destacan los medallones, entre los que figuran los de Carlos I, Alfonso XI, Fernando VI, Cervantes o Santa Teresa. Es uno de los lugares más transitados de la ciudad, y cómo no si además de poseer su belleza propia, la plaza está rodeada por edificios emblemáticos como el Ayuntamiento. Se puede hacer casi de todo en la plaza: desde comprar y pasear, hasta comer o escuchar música. Y desde allí siguiendo varios caminos vas a ir e encontrando los lugares más interesantes que visitar.

Justo frente a la plaza podrás admirar la original fachada de la Casa de las Conchas, decorada con más de trescientas conchas. Es un edificio digno de admirar y recorrer pues posee una mezcla de estilos arquitectónicos que la hacen algo totalmente único.

La Universidad de Salamanca

Muy cerca se encuentra una de las mayores joyas de la ciudad y de Europa, la Universidad de Salamanca. Fundada en 1218, es la universidad más antigua de Europa y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Puedes pasar y descubrir su interior: la biblioteca, el patio, la escalera, las Escuelas Mayores o las Escuelas Menores son realmente espléndidas. Su fachada elaborada y tallada en piedra, la convierten en lo que parece un castillo medieval.

Al lado está la Plaza de Anaya, y cruzándola llegarás a las Catedrales de Salamanca. La Catedral vieja y la Catedral Nueva están unidas entre sí formando un solo conjunto y por supuesto el estilo de la parte antigua es lo que más resalta. Es de estilo románico y en ella destaca la Torre del Gallo. La Catedral Vieja atrae la mirada del visitante por los bellos sepulcros de obispos y de personajes nobiliarios que hay en su interior. En la Catedral Nueva destaca la sillería coral diseñada por Joaquín Churriguera en 1727.

El Convento de las Dueñas, el de las Úrsulas, la Iglesia de San Esteban y el Palacio de Monterrey, son algunos de sus otros edificios emblemáticos, que debes recorrer con calma y serenidad para poder admirar la belleza única de cada uno. Salamanca hay que conocerla de día y de noche, pero sobre todo al atardecer. Es cuando el sol transforma en color oro el material con el que se construyeron sus monumentos: la piedra de Villamayor.