Lo primero que tenemos que hacer para saber si es viable una idea de negocio, es dar la vuelta a la cuestión y preguntarse ¿soy yo viable para la idea?, ésta es la pregunta clave, sin embargo, la que muchos no se plantean. En creación de empresas esta opinión y la idea de negocio tienen un valor relativo.
Hacer el autoexamen con un alto grado de honestidad, si pretendo lanzar un proyecto basado en habilidades y medios comerciales, pero tengo dificultades para comunicarme y soy tímido, debo darme cuenta de que ese no es el proyecto más indicado para mí. Aunque parezca obvio, muy pocos lo hacen. Si las respuestas son afirmativas, pasa a la siguiente pregunta.
¿ESTOY DISPUESTO A DORMIR MUY POCO LOS PRÓXIMOS AÑOS?
El análisis anterior fue para comprobar que tienes habilidad para negociar, para vender, para comunicar, para tomar decisiones. Que eres una persona creativa y que no te rindes ante las dificultades. Que tienes facultades de liderazgo, etc. Llega el momento de saber si eres el primer convencido de tu proyecto. El emprendedor debe analizar hasta qué punto está dispuesto a luchar y asumir el riesgo de sacar un negocio adelante. Entonces, ¿estás dispuesto a pasar penalidades? ¿A aguantar que no te entiendan? Si la respuesta es que prefieres estar tranquilo por la tarde, quizás no sea tu mejor alternativa.
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