Donde están los progresos

Donde están los progresos

Ya ha pasado semana santa y seguramente más de uno se ha excedido con el chocolate y las comilonas…Pero no pasa nada, por suerte podemos ajustarnos el cinturón y ponernos serios ¿verdad?

Y hablando de ponernos serios… ¿cuántos de vosotros habéis tirado la toalla por no ver progresos o resultados después de estar semanas y semanas trabajando duro? Seguramente muchos…yo lo hice varias veces hasta que encontré la solución perfecta para mí.

Este tema es muy importante porque puede llevarnos a abandonar nuestras metas si no se entiende como es debido.

Primero debes recordar que perder grasa y perder peso no es lo mismo. Sería perfecto si todo el peso que perdemos es de grasa, pero no es así, por lo tanto insisto, NO TE OBSESIONES CON TU PESO (un kilo es igual en grasa que en músculo, pero el kilo de grasa ocupa el doble de espacio).

Si en los entrenamientos utilizamos peso, nuestro metabolismo aumenta y esto hace que perdamos grasa. Tal vez no lo notemos enseguida pero ya verá como tu aspecto físico mejora, se elimina la flacidez y además en cuanto a la ropa empiezan a sobrar centímetros.

Puede ser que a pesar de estar esforzándote al máximo no encuentres el resultado que esperabas, pero eso es porque existen errores que podemos cometer y que llevan a esa situación:

5 consejos para poder ver los progresos

Cuidado con las calorías y las porciones

Para poder perder grasa debemos quemar más calorías de las que consumimos (perder 0,5 kg de grasa equivale aproximadamente a haber perdido 3500 calorías de más).

También existe un problema con la cantidad que debemos ingerir en una porción, ya se desconoce cuál es la adecuada para cada uno.

Existen aplicaciones como My Fitness Pal (contador de calorías) que te indica más o menos la cantidad de calorías que se ingieren con los alimentos que registras, aún así yo te recomiendo que lo consultes con un experto porque cada persona es un mundo.

Dietas en exceso

¡El famoso efecto rebote! Esto pasa por querer adelgazar rápido y dejar de comer durante el día para consumir menos calorías.

¡Eso es un gravísimo error!

Provocas que el metabolismo sea más lento y sólo por estar vivo tu cuerpo necesita entre 1000 y 2000 calorías, además cuanta más masa muscular más calorías quemas (más o menos medio kilo de músculo quema 50 calorías en reposo); entonces si ahora dejas de comer tu organismo ahorra energía para poder sobrevivir.

Es muy importante que se entienda que la grasa debe perderse progresivamente y poco a poco, lo bueno se hace esperar.

La calidad de las calorías

No sólo es importante el número, si no la calidad. Puede ser que estés ingiriendo menos calorías y esto provoque una pérdida de peso, pero no de grasa.

Tu cuerpo al procesar los alimentos realiza unos procesos químicos y hormonales que dan lugar a diferentes respuestas dependiendo de lo que consumes.

Se recomienda que casi toda tu dieta sea natural (pollo, huevos, avena, manzana, brócoli, arroz integral, etc.), se entiende que se trata de alimentos de un solo ingrediente y no de comidas procesadas.

También es muy importante el horario del consumo, ya que si vas a comer carbohidratos deberás hacerlo cuando pienses que vas a quemarlos. La proteína en cada comida es buena ya que acelera el metabolismo y controla el apetito.

Lo mejor es que cada uno comience a conocer su organismo porque no será igual en hombres y mujeres y entre mi metabolismo y el de otra mujer. Por eso las dietas deben ser personalizadas y controladas.

Las hormonas

Los problemas hormonales dan lugar a un incremento de grasa, éstos pueden ser la tiroides, bajos niveles de testosterona, tener elevado el cortisol, etc.

La solución a esto es asistir a un endocrinólogo y que te examine los niveles de hormonas. Puede ser que el problema esté aquí; quizás cumplas en tu dieta y ejercicio diario, pero tus hormonas no dejarán que veas los resultados.

Ejercicio y más ejercicio

Normalmente pensamos que el ejercicio es la base del proceso de adelgazar, y no es así. El plan de pérdida de peso depende aproximadamente en un 70% de la alimentación y la dieta que llevamos.

Sí que es cierto que es fundamental incluir el ejercicio o la actividad física a nuestro plan, pero no podemos basarnos sólo en ello porque debemos cuidar mucho la dieta.

¡Así que no te machaques en el gimnasio si luego no tienes una buena alimentación, será un intento fallido!

Conclusiones finales

Para acabar te recomiendo que hagas una lista de los buenos y malos hábitos que estás llevando y que vayas conociendo tu organismo hasta encontrar un equilibrio que te siente bien a ti.

No te centres en dietas que venden como milagrosas, lo mejor es seguir pequeñas pautas flexibles no un plan cerrado.

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