Desde que se inventó el ordenador personal han existido prácticamente las carpetas con las que archivar todos los programas y documentos que tenemos almacenados. Aunque se han desarrollado diferentes sistemas de escritorios y maneras de presentar cada documento, el sistema de carpetas y subcarpetas sigue teniendo al menos en apariencia la misma forma que desde que se comenzó a usar.
La facilidad que nos ofrece archivar los datos en carpetas es la misma que cuando tenemos documentos físicos en un mueble de oficina con carpetas, en las que poder tenerlos todos organizados y a mano sin necesidad de tener que estar buscando en un solo lugar hasta encontrar lo que buscamos.
Esto nos resulta extremadamente cómodo cuando queremos tener bien organizadas nuestras fotografías en el disco duro de nuestro ordenador.
Tanta importancia tiene esto en especial que todos los sistemas operativos comerciales que podemos encontrar en el mercado tienen de serie una serie de carpetas, entre las que siempre encontraremos la opción your albums, en la que podemos tener algunas imágenes que vienen incluidas en su interior. Además de estas podemos crear nuevas carpetas para organizar las fotos con el nombre con el que mejor nos enteremos de lo que hay en su interior. Podemos catalogar cada una por año, y dentro de esa carpeta crear otra con los meses. Otra opción es separarlas por lugares o por actividades. Así cuando busquemos una fotografía en completo no nos costará trabajo encontrarlas, pues no es lo mismo buscar una fotografía con un número en un solo lugar que hacerlo en una subcarpeta en la que solamente guardemos unas decenas.
Las carpetas en nuestro disco duro no ocupan espacio si está vacía, por lo que podemos tener cientos de ellas sin apenas darnos cuenta, pero nos ayudan enormemente a tener todos los datos ordenados.